sábado, 18 de octubre de 2014

Claves para combatir la pereza

Contra la pereza, diligencia es una máxima que hemos oído a nuestras madres y abuelas, incluso a alguna buena profesora.
Siempre hay tareas que hacer, las ineludibles, que nos pueden gustar más o menos, y las que nosotros elegimos que nos divierten y satisfacen, esas son las que podemos utilizar como premio o como precalentamiento para abordar tareas menos gratas. Es muy positivo cultivar aficiones porque nos motivan y sacan lo mejor de nosotros mismos en muchas ocasiones, con lo que entramos en una dinámica activa que nos hace estar sanos mentalmente y nos acerca a la felicidad. Cuantas más cosas hacemos mejor nos gestionamos el tiempo, parece una contradicción, pero es así, deseamos terminar una tarea para comenzar otra que nos gusta más y aprovechamos los tiempos muertos, que son pequeñas franjas horarias disponibles que de otra forma daríamos por tiempo perdido.
Son muchas las horas que dedicamos a ir a clase, a hacer la tarea, a actividades extraescolares, y los adultos no digamos.... Sin embargo, no debemos perder la oportunidad de cultivar alguna afición en nuestro tiempo libre, deporte, manualidad, o lo que sea, contribuirá a sentirnos más realizados.
Se habla de un estrés negativo, el que no es deseable para nada y que algunas personas no toleran, y de un estrés positivo, el cual te estimula y que te mantiene más alerta intelectualmente, más creativo y activo. Este nivel de actividad es donde es deseable que nos situemos porque nos hace sentir más vivos y más capaces.
Un fenómeno que nos hace perder el tiempo es la televisión. Debemos ser muy selectivos en cuanto al tipo de programas que vemos y responsables al decidir el tiempo que le dedicamos al día. Una vez oí que ver demasiado la televisión era vivir la vida de los otros en vez de la tuya, lo dijo Antonio Prieto, escritor y profesor,  desde entonces procuro ver poco la televisión y vivir más plenamente mi vida.
¿Cuándo descansamos? Todos necesitamos descansar y sabemos cuándo debemos hacerlo, cuando necesitemos recuperar fuerzas y durante la noche. Acostarse temprano es muy recomendable, no hay nada mejor que un sueño reparador para encarar la jornada con energía y buen humor.
Recordamos siempre  el rumbo a seguir, no se trata  de hacer por hacer cosas sin ninguna dirección o ningún objetivo, se trata de aprovechar nuestro tiempo en el sentido que queremos tomar, estableciendo prioridades de una manera coherente.